David Serrano, pariente del niño, dueño de la granja donde fue encontrado muerto, enfrenta cargos de homicidio por imprudencia temeraria.
Se produce después de que el niño de dos años muriera de un traumatismo craneal en enero, tras su caída en un pozo descubierto en la granja de Totalan.
La misión de rescate, que recuperó su cuerpo, fue la más grande de la historia de España, con unos 300 miembros del personal de servicio reclutados para ayudar.
Pero ahora, Serrano, que es primo del padre de Julián, José Roselló, está acusado de haber cometido una negligencia «extremadamente grave», según documentos de la corte.
Ya ha salido a la luz que Serrano no obtuvo los permisos administrativos para la construcción del pozo.
La Junta de Andalucía ha abierto un caso contra él por una grave violación de la seguridad.
«No se ha reparado el daño y no se ha disculpado ante los padres del niño», dijo Antonia Barba, la abogada que representa a la madre y al padre de Julen.
Añadió que la defensa de Serrano era «aumentar el daño a los padres del niño», después de que el terrateniente afirmara que Julen fue asesinado con un pico de un rescatista.
Pero los abogados de Serrano, del bufete de abogados Lawbird, respondieron cuando atacaron la «débil estrategia» de la fiscalía.
Argumentan que la caída de Julen fue un «acontecimiento imprevisible y fortuito, o al menos imposible de prever».
Serrano aparentemente emitió «advertencias indiscutibles y repetidas de peligro para los padres».
Los argumentos de la defensa se basan en la «negligencia» de Antonio Sánchez, propietario de la empresa que realizó la encuesta del pozo, y de los padres de Julen.
La petición de los padres de Julen de tres años y medio de prisión es mayor que la del Ministerio Público, que había pedido tres años.
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