Las autoridades de Barcelona admiten que la ciudad sufre una «crisis de seguridad».

Un alto funcionario de Barcelona ha admitido que la ciudad vive una «crisis de seguridad» tras siete muertes violentas y tres apuñalamientos casi mortales en un breve espacio de tiempo.

Albert Batlle, teniente de alcalde encargado de asuntos de seguridad, dijo en una conferencia de prensa que el gobierno de la izquierdista Ada Colau desplegará más policías regionales y locales para combatir la delincuencia de manera más eficaz.

El teniente de alcalde Albert Batlle recomienda «intensificar las políticas de seguridad» pero también trabajar en «políticas sociales».

Batlle, ex director general de la policía catalana, los Mossos d’Esquadra, dijo que el aumento de la criminalidad en Barcelona debe abordarse de una manera «serena y responsable». Recomienda «intensificar las políticas de seguridad» pero también trabajar en «políticas sociales».

Ha habido siete muertes violentas en el espacio de 40 días, causadas por peleas y tiroteos. También hubo tres apuñalamientos en poco más de 24 horas. En lo que va de año, 11 personas han sido asesinadas violentamente en la capital catalana, una cifra que ya supera la marca de todo el año pasado (10), según los cálculos de este diario.

Las estadísticas muestran un aumento global del nueve por ciento en la delincuencia en Barcelona en lo que va de año. Los robos violentos han experimentado un incremento del 30%, aunque Batlle señaló que «Barcelona sigue siendo una ciudad segura en comparación con París, Londres o Roma».

El funcionario añadió que «se están tomando medidas para revertir la situación» en Barcelona y luchar contra el aumento de la delincuencia.

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